Modernización e identidades sociales

Abstract

El volumen reúne un conjunto de trabajos cuyo eje articulador son los problemas centrales de la modernidad y en particular el de las identidades como representación de la diversidad social que la constituye. Primeramente, R. Fossaert considera los caminos de la modernización y su relación con las tensiones que recorren la constitución de la identidad nacional en el caso de México, así como el impulso modernizador y la resistencia a la uniformidad desde la lógica capitalista. Rene Girault aborda la existencia como una conciencia europea más allá de los intereses económicos que han llevado a la conformación de la Comunidad Económica cuestionando el hecho de que, si bien fue promovida por diferentes sujetos y hechos históricos, su fragilidad como proceso cultural no depende solo del factor de integración económico. Arcadio Díaz revisa el papel de Pedro Henríquez Ureña en la creación de la categoría de cultura hispanoamericana como sujeto de la historia, como objeto de estudio y por ende como relato integrador; Françoise Perus, comenta el texto de Díaz, señalando que es necesario entender la obra de Ureña como resultado de su tiempo, en medio de la pugna por la construcción del Estado nacional, entre el proyecto liberal-oligárquico y el populista; Marc Cheymol comenta también a Díaz, realizando un análisis de la cultura latinoamericana, en particular de las vanguardias artísticas y su relación con la modernidad y la definición de una identidad propia. El texto de Gilberto Giménez, “Comunidades primordiales y modernización en México”, plantea preguntas fundamentales, como ¿Cuál es el futuro de las comunidades étnicas en un mundo que tiende a la “globalización económica” y a la conformación de bloques económicos internacionales”? y ¿cuál es el futuro de las identidades étnicas en nuestro país si este proyecto modernizador tiene éxito? Giménez revisa las teorías de la cultura y las proposiciones sobre la relación entre la tradición y el fenómeno moderno, como tipos ideales y como realidades históricas. Al efecto analiza tres casos concretos de identidad; la nación flamenca, la etnia zapoteca en Juchitán y los Yaquis de Sonora; su reflexión teórica le permite plantear escenarios posibles para las comunidades étnicas en el marco de la globalización: la extinción de las etnias más débiles demográficamente hablando, la resistencia pasiva al cambio mediante la defensa de los usos y costumbres, o su exclusión por el carácter segregador del capitalismo. Otras opciones tienen lugar a través de la asimilación total por la sociedad moderna, o por la absorción selectiva por parte de las etnias de elementos modernos sin que estos trastoquen los pilares fundamentales de su especificidad cultural. Este último camino es el que han seguido las “etnias ofensivas”.