El tiempo y la arquitectura

Abstract

Este trabajo, incluido como capítulo de la obra coordinada por Guadalupe Valencia García, del CIICH-UNAM: El tiempo en las ciencias sociales y las humanidades, aborda la reflexión de Guillermo Boils respecto de uno de los principales retos a los cuales se enfrenta la arquitectura, el impacto del paso del tiempo sobre las construcciones; cómo las deteriora, las modifica, o incluso las reivindica. La forma en que afrontan esta prueba es el elemento decisivo para valorar las edificaciones, pero la referencia va más allá del devenir temporal, incluye a muchos otros procesos que se desarrollan en ese plano, como es el caso de los distintos causantes del desgaste: el uso cotidiano en particular el excesivo o inadecuado, así como la falta de mantenimiento. Señala como elemento importante el desapego, la falta de identificación de los usuarios con los espacios que ocupan; remite hacia elementos naturales del desgaste, tales como la radiación solar, variaciones de temperatura, la humedad atmosférica, los desastres meteorológicos. El autor hace referencia también a casos de destrucción arquitectónica, como sucede en las conflagraciones armadas y en algunos tipos de conflictos sociales. Sin embargo, apunta a hechos lamentables que pueden llegar a ofrecer -contradictoriamente- oportunidades para renovar el pensamiento y la práctica arquitectónica. En otro orden de cosas, destaca atinadamente, los intereses del mercado inmobiliario, que conducen a la demolición de edificaciones históricas, a la ejecución de obras públicas y con frecuencia a la migración, aunque el flujo monetario que se inyecta a algunas poblaciones también es causa de cambios de los objetos arquitectónicos. El autor ofrece también una reflexión sobre las posiciones de la arquitectura respecto del pasado, tanto de aquellos para quienes “todo tiempo pasado fue mejor” como la de aquellos que consideran que esta práctica implica siempre hacer “borrón y cuenta nueva” con el ayer. Su reflexión tiene visión de futuro, en la que se impone la tendencia hacia la falta de referentes universales en la arquitectura, en contraposición con su historia, dando lugar a construcciones efímeras sin búsqueda de trascendencia temporal.